Viaje de 9 días de Tánger a Fez Marrakech vía Chefchaouen

Llegada en avión o barco a Tánger. Salida hacia Chefchaouen, un típico pueblo blanco y azul, rodeado por el verde de las montañas del Rif. Esta ciudad nos acoge en su magia.

Salida hacia la ciudad imperial de Fez. Almuerzo y paseo por las estrechas calles de la Medina. Pasar la noche en Azrou, justo a la entrada del Bosque de los Cedros.

Por la mañana, en el bosque de cedros de Azrou, nos detenemos para sentir la naturaleza, la fauna y la flora locales. Un viaje inolvidable por el valle del Ziz, donde se mezclan colores variados y paisajes característicos.
Llegada al desierto. El Sahara nos acoge con toda su inmensidad. En sus desiertos descansaremos todo nuestro ser. Pasearemos con tuaregs y bereberes por estas arenas únicas y mágicas.

Visita al pueblo de los bereberes negros con fiesta típica.
Conoceremos el desierto: su gente bereber con toda su amistad, alegría, música y canciones. Paseo en dromedario, observando las sombras, con destino a las dunas donde pernoctaremos bajo el cielo estrellado en un campamento bereber, y disfrutaremos del amanecer y el atardecer

¿Ha probado alguna vez una pizza bereber? Almuerzo típico en la casa de una familia bereber.
Magnífica puesta de sol, para agradecer estos maravillosos días en comunión con la naturaleza.

De camino a las imponentes Gargantas del Todra. Impresionante a través de los colosales acantilados hacia el cielo.
Llegada a Ait Benhaddou, una de las más bellas Kasbahs, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y donde varios directores de cine han rodado algunas películas.

Inolvidable travesía por las montañas del Alto Atlas. Llegada a la sorprendente ciudad de Marrakech donde se puede pasear para hacer algunas compras en el famoso Zoco y cenar en la cosmopolita plaza Jemaa el Fna, donde entraremos en simbiosis con el entorno, los diversos olores y el alucinante torbellino de encantadores de serpientes, músicos y bailarines.

Visitaremos y pernoctaremos en el hermoso pueblo pesquero de Asilah, la antigua Arzila portuguesa. Este pueblo nos devuelve al océano y a los simpáticos colores blanco, azul y verde.

Vuelve a Tánger con nuevas experiencias, vivencias y sensaciones para coger el avión y/o el barco.